Los caballos que sufren un cólico pueden mostrar una amplia variedad de síntomas, en ocasiones muy sutiles y en otras verdaderamente espectaculares. En buena parte esto dependerá del carácter del animal y de su umbral del dolor, aunque en general los caballos son animales muy sensibles.
La intensidad de los síntomas no tiene por qué estar relacionada con la gravedad del cólico, pero se puede hacer una clasificación de los mismos enfunción del grado de dolor que sufra tu caballo:
- Dolor leve: el animal escarba el suelo, se mira los flancos, se estira o juguetea con el agua y la comida. Puede mostrarse inapetente o tumbado más tiempo de lo habitual y a veces levanta el labio superior y lo muestra tembloroso.
- Dolor moderado: el caballo se muestra más nervioso y agitado, se mira los flancos y se da patadas contra el abdomen. Es frecuente que se revuelquen por el suelo y que adopten una postura en cuclillas.
- Dolor grave: la agitación es mucho más fuerte, el caballo puede relinchar, mostrarse violento, dejarse caer al suelo repentinamente y sudar en exceso.
Diagnóstico del cólico en los caballos
Con el fin de identificar si tu caballo sufre o no un cólico, tu veterinario te hará una serie de preguntas para recabar información para lograr un diagnóstico certero y determinar el tratamiento más adecuado para el animal. En este sentido, indagará sobre el comportamiento que has observado en tu caballo y durante cuánto tiempo. También es importante conocer su modo de vida (estabulado, al aire libre), si está habituado a realizar ejercicio, de qué se alimenta, si le desparasitas de forma regular y si le has administrado algún medicamento recientemente. También es útil comentar al especialista si le has observado comer o beber, si ha defecado y cómo son las heces.
A continuación, el veterinario realizará una exploración completa del animal, observando su comportamiento, su estado corporal, si su abdomen está hinchadosi se pueden auscultar sonidos digestivos y tomará sus constantesvitales. Los caballos que sufren un cólico pueden tener una temperatura normal (37-38 ºC), fiebre (indica inflamación o infección) o hipotermia (posible estado de shock). La frecuencia respiratoria y cardiaca suelen elevarse debido a la distensión abdominal y al dolor. Además, observará el color de la mucosa oral (la parte interna del labio) que puede estar más pálido de lo normal.
Etimológicamente la palabra ‘cólico’ significa ‘dolor de colon’, aunque
en realidad se refiere al dolor fuerte y agudo que proviene de cualquier zona
de la cavidad abdominal. El cólico equino suele durar unos minutos, de forma
intermitente, subiendo en intensidad para decrecer posteriormente. El dolor
abdominal puede deberse a alteraciones en el aparato digestivo del caballo,
especialmente en el intestino delgado y el colon, denominándose cólicos
verdaderos. Pero el dolor también puede proceder de otros órganos como el
hígado, el riñón o el útero (en las yeguas); estos se conocen como cólicos
falsos. En ocasiones resulta muy difícil determinar con exactitud el origen del
dolor.
Causas más comunes de cólico en el caballo
Algunos cólicos equinos se producen por problemas no digestivos como cálculos renales, tumores o torsión del útero, pero la mayoría se originan por alteraciones digestivas entre las que podemos destacar:
Anomalías dentales: un mal cuidado dental en el caballo dificulta la masticación correcta de los alimentos y complica su digestión, provocando impactación (taponamiento) intestinal.
Gastritis, enteritis, colitis: todas las alteraciones que conllevan inflamación del estómago, el intestino o el colon acaban por ocasionar deshidratación en el caballo, alterar la flora bacteriana y la motilidad normal del intestino, paralizándolo (íleo) o contrayéndose en exceso (cólico espasmódico).
Parásitos: los estróngilos son gusanos parásitos que pueden provocar trombos en los vasos sanguíneos intestinales, ocasionando isquemia (ausencia de irrigación sanguínea) y mal funcionamiento orgánico.
Obstrucciones: causadas por ingestión de cuerpos extraños (como arena) o la impactación de alimento mal digerido, produce a su vez distensión gaseosa del intestino.
Hernias, vólvulos, invaginaciones y torsiones: son trastornos anatómicos en los que alguna parte del tracto intestinal del equino cambia de posición, se introduce en un lugar inadecuado o se gira sobre sí mismo, afectando al riego sanguíneo y la función intestinal.
COLICO EQUINO
Factores predisponentes de cólico equino
La frecuencia de presentación del cólico es mayor en ciertos caballos que reúnen una combinación de factores predisponentes, entre los que destacan:
Edad: el cólico puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en caballos de edad media, entre los 3 y los 8 años.
Sexo: las hembras gestantes pueden sufrir cólicos debidos a la torsión del útero y los machos a consecuencia de hernias escrotales.
Raza: el caballo árabe está predispuesto genéticamente a sufrir problemas digestivos y los ponis a padecer obstrucciones en el tracto intestinal.
Aptitud: los caballos de deporte tienen tendencia a padecer cólicos debido al estrés y al ejercicio extenuante.
Hábitat: aquellos animales que pastan en zonas arenosas o donde abundan los gusanos parásitos, como los estróngilos, son más proclives a los cólicos equinos. Por otro lado, los que pasan demasiado tiempo en el box sin realizar ejercicio también están predispuestos a sufrir cólicos.
Alimentación: la carencia de fibra, el abuso del concentrado o la escasez de agua accesible y limpia y los cambios bruscos en la alimentación pueden ser perjudiciales.
Antecedentes de cólico: aquellos caballos que ya lo han padecido anteriormente, son más propensos a sufrirlo de nuevo.