Síntomas del tétanos en el caballo
Esta enfermedad es producida por una bacteria (Clostridium tetani) que afecta al sistema nervioso desencadenando una parálisis espástica (por contracciones) que va avanzando desde la herida por donde penetró, dirigiéndose hacia diferentes órganos hasta producir la muerte del caballo.
No es contagiosa de caballo a caballo.
El periodo de incubación (desde que la bacteria entra al organismo hasta que aparece el primer síntoma) es de unos 8 días de media, pero puede ser desde 1 día hasta casi 2 meses. Por lo tanto, el hecho de que hayan pasado 8 días desde que se produjo la herida sin que hayan aparecido síntomas, no nos aporta tranquilidad.
Cuanto más alejada esté la herida del cerebro, más tarda en manifestarse la enfermedad, pero también dependerá de la cantidad de bacterias que haya y de la cantidad de toxinas que produzcan estas.
Las toxinas (neurotoxinas) afectan a los nervios de los músculos lisos y estriados, de modo que se ven a afectados los músculos que se encargan del movimiento, pero también otros órganos como digestivo, urinario o respiratorio.
La toxicidad produce que el músculo tenga una contracción continua y no pueda relajarse. Es lo que se denomina tetania y da nombre a la enfermedad.
Según el grupo de músculos afectados se producirán síntomas diferentes:
- Si afecta a los del cuello, el animal no podrá comer en el suelo porque no podrá descender la cabeza.
- Si afecta a los de la cara, no puede masticar, los ollares permanecen dilatados continuamente, el tercer párpado se prolapsa y las orejas están rígidas.
- Cuando alcanza las extremidades, se quedan rígidas e incluso el caballo se cae sin poder levantarse.
- En la columna se produce un arqueamiento por contracturas y la cola permanece elevada.
- El caballo además es muy sensible a estímulos externos como ruidos, luces, o incluso a que le toquen; desencadenándose contracturas, calambres y convulsiones. A este fenómeno se le conoce como hiperestesia.
Por eso el caballo (además de recibir el tratamiento médico adecuado) debe de permanecer en un box tranquilo, sin visitas, con una cama muy blanda, en penumbra y, si es posible, con tapones (para caballos) en los oídos, que atenúen todos los ruidos.
A medida que la parálisis se extiende, el digestivo e incluso el respiratorio dejan de funcionar, produciendo una muerte agónica.
Es una enfermedad que puede afectar a todos los mamíferos, pero los equinos son especialmente susceptibles.
La bacteria crea esporas que pueden persistir en el ambiente durante mucho tiempo, contaminando todo tipo de material. Es una anaerobia estricta, es decir, para crecer necesita que en su ambiente no haya oxígeno. Por eso, las heridas profundas como las de un clavo arrimado o alambres de los cierres, que pinchan al caballo introduciendo la infección y a la vez taponan la herida, son especialmente idóneas para crear esas condiciones sin oxígeno donde la espora genera a la bacteria, que crece y comienza a liberar toxinas.
Prevención del tétanos
Existe tratamiento para una infección de tétanos, el problema es que tiene poco éxito porque es rara la ocasión en la que se llega a tiempo. Por eso, ante el tétanos, lo mejor es la prevención.
Existen vacunas muy eficaces contra el tétanos. Para conseguir una buena inmunidad hay que seguir la pauta de vacunación recomendada.
La pauta de vacunación en potros dependerá de si la madre fue vacunada durante la gestación, para así crear muchos anticuerpos que transmitir al potro en el calostro. Por lo tanto debemos de diferenciar tres grupos:
- Potros cuya madre no fue vacunada.
- Potros de madres vacunadas, pero que no han tomado calostro
- Potros de madres vacunadas y que han tomado calostro.
Los dos primeros tienen pautas de vacunación diferentes al tercero. El mejor escenario para conseguir una buena inmunidad en el potro es que la madre sea vacunada durante la gestación, porque los primeros meses de vida estará protegido por los anticuerpos que le pase la madre, y después, por los anticuerpos creados gracias a la vacuna.
Si la madre no fue vacunada, o el potro no pudo tomar el calostro, estará desprotegido durante sus primeros meses de vida, antes de que la vacunación sea posible. Este es un riesgo muy alto ya que la bacteria del tétanos puede entrar por el cordón umbilical.
Tras la primovacunación del potro hay que seguir inyectando refuerzos anuales para que los anticuerpos vuelvan a recuperar los niveles adecuados, ya que estos van desapareciendo con el tiempo.
Si vas a críar, pregúntale a tu veterinario la pauta adecuada para la yegua durante la gestación y la pauta para el potro durante los primeros meses. Así no se te pasarán las fechas, y potro y madre estarán a salvo contra el tétanos.
Orígen de información: Blog de Pavo.