En el arreglo del caballo chileno y las ´´corridas en vaca´´, son muchas las historias que se han escrito, cada una con diferentes matices, pero con una característica en común, amor por el caballo chileno y el rodeo.
La que conoceremos a continuación está llena de ese cariño tan propio del hombre de campo, llena de tradición y humildad y a pesar de los años la sigue escribiendo con el mismo amor del primer día, dentro y fuera de las medialunas, René Guzmán Fritz, nacido en su querido Mulchén el 15 de marzo de 1937, con más de cuarenta años de feliz matrimonio con María Sanhueza y con dos hijos, un arreglador y jinete de muchas batallas, que en su larga trayectoria ha sabido de muchas alegrías, entre ellas los 3 títulos Nacionales de Rodeo, teniendo como compañero es dos de ellos a José Manuel Rey, montando a Pretal y Canteado, temporada 1994-1995 y 1995-1996 y 1981-1982 con Boris Guzmán en Ensarte y Taponazo, y también de varias fracturas que lo han alejado temporalmente de las medialunas, pero con la misma valentía que corre, ha sabido salir adelante.
Es realmente un deleite escuchar su historia, la que comienza así:
´´Mi papá era profesor y le gustaban mucho los caballos, tenía un colegio en el campo de él y ahí nos inició a todos nosotros, eramos 7 hermanos, 5 hombre y dos mujeres, a él le gustaba mucho el Movimiento a la Rienda, las Pruebas Ecuestres, y ahí nos fue metiendo de a poco, como a los 10 años´´.
Consultado por sus inicios en el rodeo, expresa:
´´A mí me gustaba ir a los rodeos, mirar harto, y así iba aprendiendo, pero quien me inició y apoyó mucho fue el papá de juan Carlos Loayza, el siempre iba al campo a correr, mi papá tenía dos medialunas, una al lado del río y otra al final del campo, ahí practicábamos, era muy bonito, porque dentro de lo que a uno le gusta teníamos de todo, mi papácompró las mejores yeguas,la Zarta, la Chunga y la Estafetita, fueron campeonas de Chile, después mi hermano mayor compró el Relincho y Año Nuevo, eran dos caballos viejos, esos una vez desempataron 5 veces con los Santos, que corrían el Clarín y Bototo, después del último desempate, el caballo entregó el toro y cayó muerto, está enterrado en la medialuna de Mulchén ´´.
Después de eso, un gran amigo, casi como un padre, Aníbal Ríos, me invitó a correr con
Él, llegué al fundo El rodadero, en Quillota, ahí practiqué, saqué caballos, entre ellos el Floreado, lo trabajé para la rienda, fue dos veces vice campeón de Chile, ahí tenía dos potros muy re buenos, uno era el Alojado, que corría el hermano de él, después corrí con Don Alfonso Vargas, ahí anduvimos muy bien, ahí corrí el Guardián, también una yegua negra muy buena corrida con el Navegado, también el Huinca, luego estuve en distintos criaderos´´.
Al respecto indica:
´´En el que estuve más tiempo fue en el Agua de los Campos, habían caballos que estaban empezados, como el Canteado, el Pretal, la yegua Sauzalita, era extraordinaria la barrosa, la Arisca, el Guindo, el Maceteado, era el mejor, lo corría cualquiera, con ese me fracturé la clavícula, el Estruendo, con ese también me fracturé, en el rodeo de Gorbea´´.
Sus primeras llegadas a Rancagua, así las recuerda:
´´Llegué por primera vez en 1982 en el Ensarte y Taponazo, críados por mi hermano Aquiles, corriendo con mi sobrino Boris, con el que salimos Campeones nacionales, ahí llegué con dos colleras, andaba con el hombro zafado, corrí vendado, igual ganamos a pesar de un piño que mandé, la otra era el Rotoso con el Cambalache, para ese no fui capaz, le dije a mi compañero Mario Aránguiz, que le pusiera jinete, me la ganó´´.
Respecto a la segunda vez que llegó al nacional, dice:
´´Fue con José Manuel Rey, en 1995, en Pretal y Canteado, collera muy buena, salimos dos veces campeones de Chile´´.
Pero su trayectoria itinerante no paró ahí:
´´Después me fui contratado por Don Rubén Valdebenito, al Criadero Peleco, ahí su hijo Gustavo era un cabrito, empezamos a correr y anduvimos bien, hoy es un gran jinete, en ese tiempo el tenía dos potros muy buenos que eran los que corríamos, Requinto y Taconeo, también tenía una yegua coipa muy buena, la Raptora´´.
También tiene palabras para los jóvenes jinetes:
´´Han salido muchos y buenos, siempre tengo palabras para el que me pide un consejo, el apoyo que uno les puede entregar es por la experiencia vivida, como me ocurrió cuando empecé a trabajar a muy corta edad el Floreado y después llegué a Rancagua a pelear con Don Chanca, una experiencia inolvidable´´.
Respecto al Movimiento a la rienda, expresa:
´´Es la base para correr la vaca, si el caballo no tiene boca, no tiene dirección, hoy día con los animales que están muy complicados tienen que tener buena boca, hoy es más difícil correr, antes se corría más derecho, ahora tiene que tomar velocidad y postura, ahora se corre puro animal implantado´´.
En su dilatada trayectoria también ha tenido admiración por un caballo:
´´El Huila, era un potro extraordinario, daba gusto verlo correr, en lo personal recuerda un potro de su propiedad, el Confundido, era extraordinario, pero se me murió´´.
En la parte familiar, expresa:
´´bueno yo corro con mi hijo Felipe, mi hija es profesora, tuvo inicios en las pruebas ecuestres y también corrimos, anduvimos bien pero optó por su profesión actual´´.
Una linda historia de un arreglador y jinete que ha dejado huella en las medialunas de Chile, perteneciente a una familia por cuyas venas corre sangre corralera, arregladores y jinetes, un hombre sencillo que donde él se presenta a correr es ovacionado por los amantes del rodeo, por esos que en alguna oportunidad no lo apoyaron cuando pasó por momentos complicados tras los accidentes sufridos.
Un hombre muy deferente y humilde, siempre dispuesto a ayudar a quien requiere algo de su persona, un amante del rodeo y de su trabajo, y que también ha sido reconocido como el Mejor Deportista del Rodeo, por parte del circulo de Cronistas Deportivos de Chile ejemplo para la juventud, y que en la despedida dice´´ pienso andar a caballo hasta que muera y si volviera a nacer me dedicaría a los mismo´´.