En el ciclo de enfermedades que afectan a los caballos, se incluye la Influenza Equina, enfermedad muy importante de conocer. Es el equivalente a la gripe equina y se trata de un virus que produce afección de las vías respiratorias altas, pero si surgen complicaciones, puede afectar a las bajas (pulmón, bronquios) provocando incluso la muerte. Se transmite vía aerógena, mediante estornudos y secreciones nasales.
En poblaciones que han contactado con él, podemos ver la presentación leve, con secreción nasal, tos, conjuntivitis, y posiblemente recuperación tras unos días. Esto se debe a que si han padecido previamente la enfermedad, los caballos han quedado inmunizados de forma parcial. No obstante, pueden volver a contraerla a la siguiente temporada, sobre todo en meses de frío, y si el virus les invade estando enfermos, mal alimentados, o siendo demasiado jóvenes, puede tener consecuencias fatales.
Los síntomas de la gripe equina que solemos encontrar son los siguientes:
- Secreción nasal espesa
- Conjuntivitis
- Pérdida de apetito
- Fiebre alta y recurrente ( aparece y desaparece)
Si no es tratada a tiempo , puede dar lugar a :
- Neumonías
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- Bronquitis
- Incluso la muerte en caso de complicaciones mayores sumadas a los factores mencionados
Tratamiento
Si el animal está parcialmente inmunizado, y la forma de presentación es leve, el veterinario puede prescribir simplemente un mucolítico para fluidificar el moco, tipo bromhexina y mantener al caballo resguardado y alejado de otros congéneres unos días. Así mismo, una alimentación de calidad para favorecer su sistema inmune ayuda hasta que el caballo sea capaz de repeler la agresión vírica.
Si el cuadro se complica, puede ser preciso emplear antibióticos específicos del sistema respiratorio, y terapias de soporte en animales muy debilitados.
Recordemos que mezclar caballos de diferentes zonas sin saber nada de su historial puede conllevar a la aparición de un brote de influenza equina. Si introducimos un animal parcialmente inmunizado entre caballos jóvenes, podemos tener un brote agudo complicado de atajar, con alta morbilidad (tasa de animales que enfermar al contactar con el virus).
Prevención
Para prevenir esta enfermedad tan común en caballos es preciso la vacunación anual, sobre todo antes de la estación fría, y evitar mezclar animales de diferentes procedencias sin conocer su estado. Existe una vacuna que combina la protección contra tétanos e influenza.